No todas las fracturas se tienen que operar. De hecho, muchas de ellas pueden tratarse de manera conservadora mediante la inmovilización del hueso con una férula o un aparato circular de yeso o fibra de vidrio.
¿Qué son las fracturas?
Una fractura, también se conoce como hueso roto, es decir, una condición que altera el contorno del hueso.
¿Quién las padece y cuáles son las más frecuentes?
El padecimiento de las Fracturas depende mucho de la edad del paciente, las más frecuentes son:
En los niños: codo
En los adultos: tobillo
Adultos mayores: muñeca, radio, hombro, cadera y columna vertebral
¿Qué factores propician una Fractura?
Las fracturas a menudo ocurren cuando hay una gran fuerza o impacto en el hueso y son muy comunes (más de 1 millón de personas las padece cada año en Estados Unidos), las cuales, pueden producirse por:
Lesiones deportivas
Accidentes de coche
Caídas
Osteoporosis (debilidad de los huesos debido a la edad).
Cabe señalar que, aunque la mayoría de las Fracturas son causadas por un trauma, también pueden ser patológicas, esto es, por una enfermedad subyacente como el Cáncer o una Osteoporosis severa.
¿Cómo reconocer una Fractura?
Cuando ocurre una Fractura aparecen cuatro signos:
Rubor (cambio de coloración en la piel o los tejidos que se encuentran alrededor de la fractura)
Calor (aumento local de la temperatura)
Dolor (cada paciente lo experimenta de manera particular)
¿Cuándo es necesaria una cirugía?
No todas las fracturas se tienen que operar. De hecho, muchas de ellas pueden tratarse de manera conservadora mediante la inmovilización del hueso con una férula o un aparato circular de yeso o fibra de vidrio.
En la cirugía de las fracturas (en su mayoría) se realiza una reducción abierta y fijación interna donde se utilizan varillas de metal, tornillos o placas para reparar el hueso, los cuales se mantienen fijos debajo de la piel después de la cirugía. Este procedimiento se recomienda en los casos de fracturas complicadas que no se pueden realinear (reducir) con una férula, o cuando el uso prolongado de estas no es recomendable.
Se utiliza para detectar y tratar un menisco roto, reparación de defectos en el cartílago y lesiones de ligamento cruzado anterior o ligamento cruzado posterior, así como algunas fracturas de huesos de la rodilla.
Generalidades de la Artroscopía de Rodilla
Es un procedimiento quirúrgico común en el cual una articulación (artro-) se visualiza (-scopia) usando una cámara pequeña, en otras palabras, la Artroscopía brinda una visión clara del interior de la rodilla ayudando a diagnosticar y tratar los problemas de rodilla.
¿En qué consiste?
La Artroscopía se realiza a través de pequeñas incisiones (1 cm aproximadamente). Durante el procedimiento, se inserta el artroscopio (instrumental con una cámara pequeña del tamaño de un lápiz) en la articulación.
De esta manera se detectan y tratan lesiones de los meniscos, el cartílago, los ligamentos cruzados anterior y posterior, cuerpos libres articulares, lesiones del tejido circundante (sinovial fundamentalmente) o lesiones de rótula y sus elementos estabilizadores.
¿Qué patologías trata la Artroscopía de Rodilla?
La Artroscopia de Rodilla se utiliza para localizar los siguientes problemas:
Menisco roto
Lesiones de ligamento cruzado anterior o ligamento cruzado posterior
Lesión de ligamento colateral
Inflamación de la membrana sinovial (revestimiento de la articulación)
Rótula fuera de su posición
Pedazos pequeños de cartílago roto en la articulación
Reparación de defectos en el cartílago
Algunas fracturas de huesos de la rodilla
¿Cómo debe preparase el paciente?
La Artroscopia de Rodilla puede realizarse de forma ambulatoria, es decir, se lleva a cabo por la mañana y por la tarde el paciente puede irse a su casa. Regularmente se recomienda ingresarlo durante 24 horas (mínimo) para observar su evolución inicial. Asimismo, otra consideración importante es que debe permanecer en ayuno entre 8 y 12 horas previas a la Artroscopia.
Posteriormente, deben enviarse los resultados de los laboratorios solicitados por el cirujano 48 hrs antes de la cirugía, la cual tiene una duración variable según la técnica quirúrgica que vaya a realizarse. En general durará de una a dos horas si no hay ninguna complicación y el tratamiento es sencillo.
¿Existen riesgos durante la cirugía?
La Artroscopia de Rodilla, como cualquier intervención quirúrgica, tiene algunos riesgos con un porcentaje muy pequeño de pacientes que sufren complicaciones, estas pueden ser:
Infección de los portales
Trombosis venosa
Lesión neurovascular
Complicaciones propias de la anestesia
Cuidados posteriores a la Artroscopía de Rodilla
Dependiendo del problema a tratar y la cirugía realizada, se le darán indicaciones especificas al paciente, estas pueden ser: caminar (cuando hacerlo), uso de férulas, inicio de fisioterapia y medicamentos para el dolor.
El dolor de rodilla es una de las molestias más frecuente en las personas.
Como especialista en ortopedia y traumatología, he visto muchos de estos casos en consulta y sé, de igual manera, las diferentes preguntas que puedan pasar por tu mente como paciente.
Por eso, he decidido crear esta publicación en donde voy a compartirte todo lo que necesitas saber sobre el dolor en las rodillas, así como sus causas, posibles tratamientos y los riesgos de no acudir con un especialista en rodillas.
Espero puedas sacarle el máximo provecho a este post y avances hacia una decisión que te permita recuperarte.
Acerca del dolor de rodilla
El dolor de rodilla es uno de los síntomas más comunes en la actualidad.
Puede aparecer en cualquier momento: después de un trauma, como lo podría ser una fractura o un esguince. En otros casos, puede aparecer gradualmente y suelen tener una causa mecánica o inflamatoria.
El dolor de rodilla no distingue edades ni perfiles; como puedes ser un deportista de alto rendimiento, un adulto de la tercera edad o sencillamente un día despertaste con esta molestia.
Este padecimiento tiende a empezar como una pequeña incomodidad que, de no tratarse, se convertirá en algo peor.
¿Cuál es la causa del dolor de rodilla?
Muchas personas experimentan dolor en las rodillas después de alguna lesión, golpe o accidente. En ese sentido, también se tiene la creencia de que será cuestión de tiempo para que el dolor desaparezca aunque esto no siempre es acertado.
A continuación voy a compartirte las causas del dolor de rodilla dividas en tres categorías:
Dolor de rodilla a causa de un traumatismo
Este tipo de molestia puede estar ligada a las siguientes causas:
Fracturas al nivel de la articulación (tibia, fémur) con o sin fractura de los cartílagos articulares.
Dolor en las rodillas por condiciones musculoesqueléticas
Este tipo de afecciones podrían ser provocadas por las siguientes lesiones:
La osteoartritis de la rodilla es la causa más común de dolor en la rodilla.
La degeneración de los meniscos (desgaste relacionado con la edad) se ve favorecida por traumas repetidos o anormalidades en la estática de las piernas.
Las fracturas espontáneas existen sobre todo en atletas y personas que llevan a cabo actividades físicas que proporcionan esfuerzos intensos y repetitivos, o sobreentrenamiento (caminatas largas, saltos múltiples, etc.)
La bursitis, que se presenta en una inflamación de la llamada bolsa prepatelar, ubicada en la parte delantera de la rodilla. Esto se vuelve doloroso e hinchado. Esta condición a menudo se ve en personas que trabajan de rodillas.
La bursitis también puede desarrollarse en la bolsa poplítea, ubicada detrás de la rodilla, haciendo que aparezca un quiste (quiste de la fosa poplítea).
El dolor de cadera también puede afectar la rodilla (por ejemplo, con osteoartritis de la cadera).
Dolor de rodilla por origen inflamatorio
Las enfermedades inflamatorias a veces causan dolor en las rodillas, como lo pueden ser:
El llamado reumatismo «microcristalino» (relacionado con la acumulación de pequeños cristales en las articulaciones) también causa dolor en rodillas.
La gota se caracteriza por la formación de cristales de ácido úrico en el líquido articular. Este fenómeno está relacionado con un aumento en el nivel de ácido úrico en la sangre, que ya no se excreta normalmente en la orina debido a ciertas condiciones.
Por su parte, la tendinitis de rodilla puede afectar:
El tendón rotuliano, que se extiende desde la parte inferior de la rótula hasta la tibia,
El tendón del cuádriceps (que conecta el músculo cuádriceps del muslo con la parte superior de la rótula).
La artritis infecciosa (causada por bacterias en la articulación), o la osteoartritis (infección de la articulación y el hueso circundante), a veces explica la gonalgia.
En raras ocasiones, se deben a un tumor benigno o cáncer, que puede afectar los diversos componentes de la articulación (hueso, cartílago, etc.)
¿Quién corre el riesgo de padecer dolor de rodilla?
El dolor de rodilla suele aparecer en personas con sobrepeso u obesidad.
Por cada kilo de sobrepeso, la rodilla debe absorber una cierta cantidad de presión adicional de kilogramos cuando se camina, se corre o se sube escaleras.
Otros factores que aumentan su riesgo de dolor crónico de rodilla incluyen factores como la edad, lesiones o traumas anteriores y actividad atlética o ejercicio físico.
Cuando este tipo de molestia aparece es de suma importancia recibir un diagnóstico adecuado por parte de un especialista en rodilla.
¿Cuándo necesito acudir con un ortopedista?
Todos tienen un umbral de dolor diferente, por lo que cada caso es distinto.
Si tiene una lesión y tu rodilla se hincha, necesita ver a un ortopedista.
Incluso, si la hinchazón desaparece, necesitas que te examinen la rodilla; es posible que haya una lesión dentro de la articulación.
Si tiene dolor de artritis y los días malos superan a los buenos, este es otro motivo para visitar a un especialista en dolor de rodilla.
Como lo mencioné anteriormente, acceder a un diagnóstico oportuno te dará la oportunidad de una mejor recuperación.
El tiempo es un factor importante; no se trata de esperar hasta que el dolor de rodilla ha empeorado.
Tratamientos para el dolor de rodilla
Los tratamientos para el dolor de rodilla varían dependiendo cada tipo de lesión y pueden incluir lo siguiente:
Uso de medicamentos
Tu ortopedista podrá recetar medicamentos para aliviar el dolor de rodilla y para tratar enfermedades asociadas, como bien podría ser la artritis reumatoide o la gota.
Fisioterapia
La fisioterapia podrá ser una alternativa ya que se enfocará en fortalecer los músculos alrededor de la rodilla, lo que le permite ser más estable. Esto dependerá de la afección específica que cause el dolor.
Infiltraciones para el dolor de rodilla
En ciertos casos, las infiltraciones para el dolor de rodilla podrás ser una alternativa, como lo podrán ser:
Corticoesteroides.
Ácido hialurónico.
Plasma rico en plaquetas (PRP).
Cirugía
La cirugía también podría ser una posibilidad siempre que el tipo de lesión lo amerite. Este tipo de procedimientos podrían incluir los siguientes:
Es muy importante informarse correctamente antes de optar por un procedimiento quirúrgico.
En ese tenor, siempre tendrás toda la facultad de hacer preguntas y de tomar una decisión con plena confianza de que te encuentras en manos de un cirujano ortopedista calificado.
Recupérate del dolor de rodilla
Como te mencioné al principio, es de suma importancia acudir a consulta con un especialista en ortopedia y traumatología.
Si te encuentres en Ciudad de México o Estado de México, puedes visitar mi consultorio en el Hospital Ángeles en Interlomas. Podrás acceder a mi calendario de consultas.
En caso contrario, espero que esta información te sea de mucha ayuda para así dar un paso firme hacia una pronta recuperación.
¿Qué hace un especialista en traumatología y ortopedia?
Para responderlo es muy sencillo:
¿Te ha pasado alguna vez de tener una lesión o un dolor en alguna parte de tu cuerpo y no saber a qué médico acudir?
Suele ser una duda muy común y a menudo se desconoce que hay profesionales médicos especializados en este tipo de casos.
En este artículo quiero contarte qué padecimientos trata un especialista en traumatología y ortopedia para que así, la próxima vez que tengas una molestia, sepas exactamente a dónde dirigirte.
¿En qué consiste la traumatología y la ortopedia?
La traumatología y ortopedia es la rama de la medicina que se dedica al estudio y tratamiento de las lesiones del aparato locomotor, mismo que abarca lo siguiente:
Huesos
Principalmente fracturas y luxaciones, consideradas como urgencias ortopédicas.
Ligamentos y articulaciones
Esguinces, luxaciones, artritis, entre otros.
Músculos y tendones
Hematomas, contusiones, tendinitis, etc.
A continuación, te dejo una lista detallada de todas las lesiones con las que puede ayudarte un médico especialista en traumatología y ortopedia:
Lesiones de rodilla
Las actividades deportivas o el desgaste de las articulaciones producido por los años pueden generar lesiones en las rodillas tales como los siguientes:
El especialista en traumatología y ortopedia puede ayudarte con el diagnóstico y tratamiento de este padecimiento ya sea mediante la aplicación de técnicas conservadoras (como frío o medicamentos) o con una intervención quirúrgica (por ejemplo, la cirugía de meniscos por artroscopia).
Desgaste de la articulación
El médico puede ayudarte a cambiar tu vida gracias a la colocación de una prótesis en la rodilla que eliminará el dolor y la incapacidad que causa este padecimiento que se produce, principalmente por la artrosis.
Es una lesión muy frecuente que se manifiesta principalmente con dolor e hinchazón.
El traumatólogo puede ayudarte con tratamientos conservadores (aplicación de frío o calor, indicación de reposo o ejercicios físicos) o tratamientos quirúrgicos (reparación abierta del tendón o reparación artroscópica).
Desgaste articular
Si los tratamientos no quirúrgicos han fallado, el traumatólogo indicará la colocación de una prótesis artificial que sustituye a la articulación del hombro.
Con esta intervención lograrás eliminar el dolor y recuperar la funcionalidad del hombro que has perdido.
Síndrome de pinzamiento
Al igual que en el caso del desgaste articular, el síndrome de pinzamiento puede requerir la colocación de una prótesis en el hombro.
El traumatólogo avanzará con esta solución solo si las terapias más conservadoras han fallado y logrará que el paciente recupere su movilidad en el hombro y retome sus actividades cotidianas.
Hombro congelado
Es un padecimiento que se caracteriza por la rigidez y el dolor en la articulación del hombro.
El traumatólogo podrá evaluar el caso e indicar ejercicios y analgésicos (terapia conservadora) o cirugía en los casos más graves (artroscopia de hombro).
Lesiones en la mano
Suelen ser las lesiones más molestas porque te impiden desarrollar cualquier actividad cotidiana.
El especialista en traumatología podrá brindarte soluciones si padeces:
Se produce por una presión sobre el nervio mediano en la muñeca. Se da entre personas de 30 a 60 años y es más frecuente en las mujeres.
Si sientes dolor en la muñeca y en el antebrazo acompañados de calambres y cosquilleos en los dedos, puedes acudir a un traumatólogo que realizará un diagnóstico adecuado y te contará cuales son las alternativas para solucionarlo.
Se produce cuando uno de los dedos queda atascado en una posición de flexión.
Acude al traumatólogo para que pueda darte el acompañamiento adecuado para solucionar este padecimiento indicándote un tratamiento no quirúrgico o una operación que te ayude a liberar el dedo en gatillo.
Lesiones en el tobillo y el pie
Desde dolores en el talón hasta lesiones en los tendones o ligamentos, el especialista en ortopedia, puede brindarte tratamientos adecuados para tu padecimiento.
Hallux Valgus
Popularmente conocido como juanete, se trata de una deformidad del pie que consistente en una desviación del dedo gordo o Hallux en valgo, es decir, hacia los dedos pequeños.
El especialista en ortopedia puede ayudarte a disminuir el dolor y retomar la forma y movilidad del pie ya sea a través de tratamientos con medicamentos y ayudas ortopédicas o con cirugía de juanetes.
Acude al especialista en ortopedia si sientes dolor en la zona del talón y la pantorrilla dado que puede tratarse de la rotura del talón de aquiles.
El profesional indicará tratamientos quirúrgicos o no quirúrgicos dependiendo de la gravedad de tu cuadro.
Dolor de pies
Si bien no suele ser un padecimiento grave, el especialista en ortopedia podrá determinar sus causas y brindarte un acompañamiento personalizado acorde a tus síntomas.
Esguinces de tobillo
Algo muy común y que suele pasar en cualquier momento. Este tipo de lesiones puede ocurri en casa o practicando algún deporte.
Codo y cadera
El uso excesivo de las articulaciones del codo o de la cadera, el desgaste o los traumatismos pueden generar lo que se conoce como bursitis.
En estos casos el especialista en traumatología podrá ayudarte a recuperarte y eliminar el dolor.
Bursitis
La bursitis es la inflamación de la bursa, una bolsa de grasa que se encuentra alrededor de las articulaciones y actúa como lubricante para facilitar los movimientos.
Cuando la bursa se hincha se produce un dolor muy molesto que altera la vida cotidiana del paciente.
El traumatólogo podrá tratar este padecimiento de forma conservadora (medicamentos, fisioterapia, infiltraciones) o mediante una operación.
Las caídas, las prácticas deportivas o los accidentes pueden generar distintos tipos de fracturas y de luxaciones.
Las más comunes son las fracturas de dedos o muñeca, de fémur, de codo y las luxaciones de hombros, codo y rótula.
En todos los casos, el traumatólogo podrá ayudarte a reducir el dolor y la inflamación para que te reincorpores a tus actividades cotidianas.
Ahora sabes qué hace un especialista en traumatología y ortopedia
En este artículo te he hablado sobre todos los padecimientos que pueden ser tratados por el especialista en traumatología y ortopedia.
En caso de que necesites mi ayuda, puedes ponerte en contacto conmigo y con gusto te ayudaré a acceder a un diagnóstico oportuno, de tal manera que puedas tomar la mejor decisión para tu rehabilitación.
La rotura de meniscos puede aparecer por diferentes razones, como lo puede ser el paso de los años o por algunas actividades físicas.
Además, permite hacer movimientos de flexión, extensión y rotación.
La articulación de la rodilla es una de las más importantes del cuerpo.
Cuando estamos parados y la rodilla está extendida, soporta todo el peso del cuerpo.
En este artículo te cuento algunos detalles sobre la rotura de meniscos y te brindo alternativas para que puedas tratarla, recuperarte y retomar tus actividades cotidianas.
Causas de la rotura de meniscos
Cada una de las rodillas tiene dos meniscos, que son piezas de cartílago en forma de C que sirven y actúan como amortiguadores entre la tibia y el fémur.
La rotura de meniscos puede generarse por dos causas principales:
Traumática
Ocurre cuando realizas un movimiento de rotación con la rodilla flexionada.
Es una lesión frecuentemente en deportistas que, por ejemplo, participan en deportes de contacto, como el fútbol, o en actividades que implican pivotar, como el tenis o el básquet.
Pero también puede suceder al arrodillarte o ponerte en cuclillas o levantar algo pesado.
Desgaste
Dentro de esta causa entran factores como el paso de los años y la obesidad que facilitan la rotura de meniscos.
Cualquiera que sea el motivo de la rotura, el padecimiento y el dolor suele ser muy molesto.
Es importante que sea diagnosticado y tratado a tiempo por los profesionales de la salud para ayudarte a retomar tus actividades cotidianas lo más rápido posible.
Síntomas de rotura de meniscos
Estos son algunos de los síntomas de rotura de meniscos que no debes de pasar por alto:
Sensación de que la rodilla se traba: sensación de un “crack” al pasar de flexión a extensión que es un sonido muy característico que indica que algo no está bien.
Hinchazón o rigidez de la rodilla.
Dolor al mover la rodilla.
Dificultad para extender la rodilla completamente.
En cualquiera de estas ocasiones, es importante que te pongas en contacto con un traumatólogo especializado en rodilla que evalúe el tipo de lesión, tus antecedentes clínicos y te indique cuáles son los pasos a seguir para reparar el menisco o para remodelarlo y recuperar esa forma de C característica que le permita volver a funcionar como amortiguador entre la tibia y el fémur.
Diagnóstico de rotura de meniscos
El diagnóstico de rotura de meniscos puede realizarse durante un simple examen físico.
El médico moverá tu pierna, tu rodilla, observará como caminas y realizara especificas para revisar los meniscos
Luego de estas pruebas, si existe la sospecha de rotura, se realizara dos exámenes para confirmar la ruptura.
Estos estudios son la radiografía y la resonancia magnética.
La primera, no mostrará la rotura del menisco, pero permitirá descartar otros problemas en la rodilla que causen síntomas similares.
La segunda, utilizará ondas de radio y un potente campo magnético para generar imágenes súper detalladas en las que se podrá realizar el diagnóstico de ruptura del menisco.
La resonancia magnética es el estudio más adecuado para detectar este tipo de padecimiento.
Tratamientos para la rotura de meniscos
Dependiendo del tipo de lesión y de su tamaño, el médico evaluará que tratamiento para la rotura de meniscos conveniente avanzar.
Como en la mayoría de las lesiones, existen dos tipos de tratamiento: los que son conservadores y la cirugía.
Dentro de las terapias conservadoras están las siguientes opciones:
Reposo
Evitar actividades que impliquen forzar la rodilla o que agraven el dolor.
También se pueden utilizar muletas para aliviar la presión en la rodilla.
Aplicación de frío
Con la rodilla elevada se puede aplicar frío durante 15 minutos varias veces al día para favorecer la disminución de la hinchazón y del dolor.
Medicamentos
Analgésicos y Antiinflamatorios de venta libre que contribuyen a aliviar el dolor y la inflamación.
Fisioterapia
Ayuda a fortalecer los músculos que rodean la rodilla y la musculatura de las piernas para estabilizar y sostener la articulación de la rodilla.
Si, luego de aplicar los tratamientos conservadores, la rodilla no mejora o si la misma se bloquea, el médico puede recomendarte avanzar con la cirugía de meniscos.
En el próximo apartado te explico con más detalles de que se trata la intervención para que tomes la decisión confiado y te reintegres rápidamente a tus actividades cotidianas.
Menisectomía por artroscopia
La menisectomía por artroscopia (también conocida como cirugía de meniscos por artroscopía)se trata simplemente de un procedimiento en el que se realiza unas pequeñas incisiones (2) en tu rodilla para insertar una cámara.
De esta manera el médico puede obtener una imagen completa de la articulación de la rodilla para, en primer lugar, observar y estudiar la lesión y, en segundo lugar, reparar la rotura del menisco.
Beneficios de la cirugía de meniscos
Este tipo de operación cuenta con muchos beneficios:
Reduce el tiempo de recuperación: como las incisiones que se realizan son mínimas, el tiempo de cicatrización es mucho más rápido y estético que en una cirugía abierta.
Menor estancia hospitalaria: gracias a que el sangrado y los tejidos afectados son mínimos, el paciente puede volver a casa el día siguiente.
Reducción de complicaciones: se minimizan las posibilidades de formación de coágulos, hemorragias o infección.
Mejor resultado estético.
Recuperación de la movilidad de la articulación.
Avanzar con la operación
Actualmente la menisectomía por artroscopia es una alternativa segura y confiable para mejorar tu condición y eliminar por completo el dolor y la molestia.
Te recomiendo que un traumatólogo especializado en rotura de meniscos que cuente con trayectoria y experiencia en este campo, que te explique en forma detallada el paso a paso de tu tratamiento desde la primera consulta hasta la cirugía.
Es importante que te acompañe durante el postoperatorio y que cuente con tecnología de punta para llevar adelante este tipo de intervención.
En caso de requerirlo, puedes coordinar conmigo una consulta presencial u online para orientarte de la mejor forma hacia tu recuperación.
Te aseguro que, luego de la operación y la rehabilitación, podrás retomar con éxito y sin dolor tu rutina diaria.
El Hallux Valgus es una deformidad del pie que consistente en una desviación del dedo gordo o Hallux en valgo, es decir, hacia los dedos pequeños; popularmente es conocido como juanete.
Si tienes juanetes, sabrás que se trata de una condición que no solo hace que tus pies no se vean bien, sino que además puede generar dolor, irritación y molestias al caminar y usar determinado tipo de calzado.
En este artículo te brindo algunos datos relevantes que tienes que conocer a la hora de tomar la decisión de llevar adelante la cirugía de juanetes.
Datos relevantes sobre Hallux Valgus
Primero, es importante poner en contexto algunos datos relevantes sobre el Hallux Valgus:
Entre 10% y 20% de la población mundial tiene juanetes.
Es un padecimiento que afecta mayoritariamente a las mujeres.
Cuando la deformación es severa, puede ocurrir que el primer dedo se ubique por encima o por debajo del segundo dedo del pie.
La cirugía de juanetes tiene resultados positivos en el 85% de los casos y contribuye a aliviar el dolor y la deformidad.
Algunas personas desarrollan juanetes en la articulación del dedo pequeño del pie, aunque no son los más frecuentes.
Causas de los juanetes
Si bien existen muchas teorías sobre el origen del Hallux Valgus, lo cierto es que aún no se conoce la causa exacta.
Sin embargo, algunos de los factores que pueden contribuir a la aparición de juanetes son los siguientes:
Tipo de pie heredado
En general, el pie que tiende a desarrollar juanete es el pronado. Es aquel en el que la planta mira hacia afuera y el talón se inclina excesivamente hacia el interior.
Si se mira desde arriba, este tipo de pie muestra un arco muy marcado.
Enfermedades
Una causa del Hallux Valgus también puede ser por la artritis de tipo inflamatorio como la reumatoide.
Uso del calzado inadecuado
Las personas que usan zapatos muy apretados, muy estrechos o muy puntiagudos son las más propensas a desarrollar juanetes.
También el uso de tacones altos podría favorecer a la aparición de esta deformidad ya que, en este tipo de calzado, el tacón empuja a los dedos hacia adelante apiñándolos.
Síntomas del Hallux Valgus
Los síntomas del Hallux Valgus suelen ser muy molestos y dificultan la vida diaria de las personas.
Aquí te dejo un listado de los más comunes:
Abultamiento en la parte exterior del dedo gordo del pie, se ve una especie de deformación del dedo.
Hinchazón y enrojecimiento alrededor de la articulación del dedo gordo del pie.
Dolor continuo o intermitente que ocurre principalmente por la fricción o presión que genera el calzado en la zona generando irritación de la piel. Este dolor suele aumentar cuando las personas caminan en forma prolongada o hacen actividad física.
Callosidades en los dedos.
Movimiento limitado del dedo gordo del pie o chasquido al moverlo.
Tratamientos para juanetes
El Hallux Valgus puede tratarse a nivel farmacológico con medicamentos antiinflamatorios y con analgésicos.
También puede aliviarse con la aplicación de calor o frío en la zona afectada, fisioterapia (ejercicios y movimientos para mejorar la flexibilidad del pie), utilización de calzado adecuado que no provoque roce con el juanete (los de horma ancha son los ideales) y con ayudas ortopédicas como la colocación de almohadillas.
Pero, hay algunos casos en los que, a pesar de haber realizado estos tratamientos, los síntomas no se reducen, la deformidad es muy grande y es necesario avanzar con una solución quirúrgica, cuya alternativa explicaré a continuación.
La cirugía de Hallux Valgus está indicada principalmente para los pacientes que experimentan uno o más síntomas de los mencionados anteriormente y que no lograron aliviarlos con los tratamientos más conservadores.
Es importante aclarar que cirujano ortopédico de confianza avanzarán con la solución quirúrgica solo si hay síntomas, no por cuestiones estéticas.
Hay dos tipos de intervenciones quirúrgicas para estos casos:
Osteotomía
Consiste en realizar pequeños cortes en los huesos del pie para remodelar el hueso y así aliviar la presión causada por el juanete.
Cirugía percutánea
También se conoce como cirugía MIS por sus siglas en inglés (Minimal Incision Surgery).
Permite realizar intervenciones a través de incisiones mínimas sin exposición de los tejidos, para lograr la máxima congruencia entre el primer metatarsiano y la falange.
Este tipo de cirugía disminuye el riesgo de lesiones y los tiempos de recuperación post-operatorios.
Antes de la cirugía, tu médico te pedirá algunas radiografías para poder planificar el procedimiento.
También deberás realizar ayuno desde la noche anterior a la operación. Como se trata de un procedimiento ambulatorio, es importante que no acudas a la clínica solo, prevé que alguien te acompañe y te ayude en el regreso a casa.
Post-operatorio
Como te comentaba al inicio del artículo, la eficacia de la cirugía de juanetes es muy alta.
Aproximadamente el 85% de las personas se recuperan con resultados muy satisfactorios.
El período de post-operatorio puede durar de seis semanas a seis meses según la cantidad de tejido y hueso afectado. Podrás caminar desde el primer día, aunque sin apoyar del todo el pie y utilizando zapatos ortopédicos especiales.
Al ducharte deberás mantener el pie cubierto para evitar que se mojen los puntos de sutura, los mismos se extraen al cabo de 7 a 21 días luego del procedimiento.
Si bien los que expuse son los puntos principales, debes tener en cuenta que cada persona y cada operación es única y particular.
Por eso es muy importante que, luego de la intervención, sigas las indicaciones del médico y del fisioterapeuta.
¿Cómo saber si necesito cirugía de hallux valgus?
Si tienes que realizarte la cirugía de juanetes, es importante que tengas en cuenta algunos factores a la hora de elegir el centro médico en el cual la llevarás a cabo.
En primer lugar, busca un profesional con el que puedas establecer una relación de confianza.
Es clave que el médico sea claro, te explique la patología, te brinde detalles sobre la cirugía y te permita despejar tus dudas.
En segundo lugar, elige un cirujano que evalúe tu situación en forma completa y exponga las alternativas para tu tratamiento.
Por último, asegúrate de que el profesional elegido te acompañe no solo antes de la operación sino en el post-quirúrgico para asegurar tu recuperación completa.
Ya sea para hacer deporte, trabajar, vestirte o agarrar cosas, el hombro es una de las articulaciones del cuerpo que más mueves.
Está compuesto por varias estructuras que ayudan a darle estabilidad y facilitan los movimientos.
¿Has tenido alguna vez un dolor o molestia en el hombro y alguien te dijo que podía deberse al manguito rotador?
En este artículo te brindo algunos datos sobre la lesión del mango rotador y te cuento distintas opciones disponibles para que puedas tratarla y recuperarte.
¿Qué es el manguito rotador?
Se trata de un conjunto de músculos (el subescapular, el supraespinoso, el infraespinoso y el redondo menor) y por lo tanto su tendón correspondiente que juegan un papel central en la estabilidad del hombro.
Una buena forma de entender cómo es la articulación del hombro es pensarla como una pelota de golf (húmero) con su tee (escápula).
La función del manguito rotador es mantener la pelota sobre el tee y nos da la habilidad de mover el hombro en un rango de 360 grados
Lesión del manguito rotador
Cuando el hombro duele, es muy probable que se trate de una lesión en el mango rotador.
Cuando digo lesión me refiero a la inflamación (dolor e hinchazón) o daño en uno o más tendones que conforman el mango rotador.
Las causas de la lesión se dividen en dos:
Lesiones traumáticas
Puede causarte la distensión o desgarramiento de un músculo o tendón del manguito rotador.
Suele ocurrir por levantar o arrastrar un objeto que es demasiado pesado para ti o levantarlo de manera inadecuada.
Lesiones de desgaste
Es la más frecuente y se atribuye principalmente a la edad sumada a trabajos físicos o actividades deportivas intensas.
En estos casos el paciente no recuerda un inicio puntual del dolor, sino que el tendón se va rompiendo en forma gradual con el paso del tiempo.
¿Cuáles son los síntomas de la lesión en el manguito rotador?
Habitualmente los síntomas comienzan en forma gradual (en la lesión de desgaste) y, si no son atendidos, se van agravando progresivamente generando cada vez más molestias e incomodidad.
La lesión se puede dividir en dos fases:
Fase inicial
El dolor se relaciona solo con los movimientos del brazo (al elevarlo para tomar algún objeto, vestirse, peinarse, etc.) y no está localizado en forma clara.
Los pacientes suelen hablar de dolor en la parte externa del hombro que se irradia hacia el brazo y el codo.
En esta fase también puede haber contractura de la musculatura del cuello que llega hasta el hombro.
Fase avanzada
El hombro duele aún cuando el paciente no realiza ningún movimiento, la persona puede llegar a sentir hasta algunas punzadas por la noche que le dificultan el sueño.
También puede presentarse la pérdida de movilidad y, en los casos más graves, pérdida de fuerza.
Diagnóstico del manguito rotador
Para realizar el diagnóstico el primer paso es el examen físico: revisar los movimientos del hombro, hacer pruebas para cada uno de los tendones y examinar el cuello para descartar un problema de cervicales. Si hay sospecha de una lesión en el manguito rotador, se lleva a cabo el diagnóstico por imágenes:
Radiografías
Si bien en este estudio no se puede visualizar el desgarro del mango rotador, sirve para visualizar otras causas de dolor como puede ser la artritis.
Resonancia Magnética (RM)
Es un estudio que permite visualizar todas las estructuras del hombro con gran detalle y realizar un diagnóstico certero.
¿Cuáles son las opciones para tratar las lesiones en el mango rotador?
Si, luego del diagnóstico, se verifica que efectivamente tienes una lesión en el manguito rotador, ¡no te alarmes!
Hay varios tratamientos posibles para este padecimiento que tienen excelentes resultados.
Tratamiento conservador
En este grupo está la aplicación de frío o calor en la zona afectada, el descanso o reposo y la terapia física.
Esta última (también conocida como fisioterapia) suele ser uno de los primeros tratamientos.
Con ejercicios suaves se logra recuperar la flexibilidad del mango rotador y fortalecer el hombro.
También se utiliza como parte del proceso de recuperación si el paciente fue sometido a una cirugía.
Tratamiento quirúrgico
Existen dos tipos de cirugía, reparación abierta del tendón (se realiza una incisión para volver a fijar el tendón dañado al hueso) o reparación artroscópica del tendón.
En el próximo apartado te brindo más detalles de esta última.
Reparación artroscópica del tendón: buen resultado estético y rápida recuperación
Es un procedimiento que consiste en insertar una cámara (artroscopio) a través de una pequeña incisión.
Esa cámara se conecta a un monitor de vídeo que me permite visualizar el interior del hombro.
Además, se realizan tres pequeñas incisiones adicionales para permitir la introducción de herramientas minúsculas con el objetivo de volver a unir el tendón al hueso.
Esta técnica es muy beneficiosa porque es poco invasiva, ofrece un mejor resultado estético comparado con la reparación abierta y el tiempo de recuperación es menor.
Algunos de los problemas que pueden abordarse con este tipo de cirugía son:
Reparación de ligamentos en caso de rotura
Limpieza de la articulación
Tratamiento de hombro congelado
Evaluación y tratamiento de la inestabilidad del hombro
Toma la mejor decisión para recuperarte
Si tienes una rotura de manguito rotador o lesión de hombro el cual se puede tratar por artroscopia, es importante que visites a un especialista en manguito rotador que te brinde un servicio personalizado, te informe sobre el protocolo de la intervención y, lo más importante, que te acompañe luego de la cirugía para asegurar tu recuperación completa.
Ahora ya sabes de qué se trata una lesión en el manguito rotador, sus causas, síntomas y cuáles son las alternativas para tratarla y recuperar tu calidad de vida al 100%.
La bursitis es una de las lesiones más frecuentes que alguien puede padecer en las articulaciones.
El día de hoy quiero compartirte un poco más de información sobre este padecimiento, mismo que es una de las principales razones por las que mis pacientes visitan mi consultorio.
Ya sea que necesites respuestas para ti o para alguien de tu familia, aquí encontrarás contenido realmente valioso.
¿Qué es la bursitis?
La bursitis ocurre cuando hay una inflamación de la bursa (tenemos más de 150 bursas en el cuerpo).
Las bursas son bolsas que están revestidas de células sinoviales.
Las células sinoviales producen un lubricante que reduce la fricción entre los tejidos.
Esta amortiguación y lubricación permite que nuestras articulaciones se muevan fácilmente.
A menudo, la bursitis ocurre alrededor de las articulaciones ¨grandes¨, como lo son el hombro, el codo, la cadera o la rodilla.
Me gusta explicar el funcionamiento de la bursa dando el ejemplo del aceite que pones a la bisagra de una puerta para que se pueda abrir y cerrar perfectamente.
Causas de la bursitis
Es importante mencionarte que este padecimiento no distingue edades ni género, por lo tanto, puede aparecer en cualquier momento.
No obstante, existen algunos factores de riesgo que vale la pena mencionar y tomar en cuenta:
Lesiones
Una lesión puede irritar el tejido dentro de la bolsa y causar inflamación.
El uso repetitivo de una articulación deja a los atletas propensos a la bursitis.
La bursitis de codo es la inflamación en la parte posterior del mismo.
El apoyo sobre esta zona por largos periodos o la contusión repetitiva puede provocar lesiones e inflamación.
Bursitis hombro
Se trata de la inflamación de la bursa que cubre los tendones del manguito rotador en el hombro.
También, ocurre en actividades repetitivas en el levantamiento por encima de la cabeza .
Bursitis tobillo
Caminar demasiado con los zapatos equivocados puede ocasionar lesiones en el tobillo.
Este tipo de bursitis es común entre patinadores y atletas.
Enfermedades
Ciertas enfermedades y trastornos generalizados, como la artritis reumatoide, la gota y la diabetes, aumentan el riesgo de padecer bursitis.
Tener sobrepeso puede aumentar el riesgo de manifestar bursitis de cadera y rodilla.
Infecciones
La mayoría de las personas sanas no se ven afectadas por las bacterias que ingresan a través de la piel, pero las personas con un sistema inmunitario debilitado tienen mayor riesgo.
Ejemplos son aquellos con diabetes o VIH / SIDA, aquellos que reciben quimioterapia o radioterapia para el tratamiento del cáncer, personas que toman esteroides y grandes consumidores de alcohol.
Otras afecciones
Si hay un problema con la estructura de un hueso o una articulación (como las piernas de diferentes longitudes o la artritis en una articulación), eso puede generar más estrés en una bolsa y causar bursitis.
Las reacciones a los medicamentos y el estrés o la inflamación de otras afecciones, como la artritis reumatoide, la gota, la artritis psoriásica o los trastornos de la tiroides, también pueden aumentar su riesgo.
Tratamientos para la bursitis
Este padecimiento siempre se debe de tratar de forma conservadora, es decir, con medicamento, fisioterapia e infiltraciones.
A continuación, brindo más detalles sobre los tratamientos para la bursitis:
Terapia
La fisioterapia analgésica y antiinflamatoria permiten fortalecer los músculos en la zona afectada y, como su nombre lo dice, a disminuir la inflamación y por lo tanto el dolor.
Esteroides
Se podrán inyectar esteroides en el área con bursitis.
Los esteroides bloquean una sustancia química del cuerpo llamada prostaglandina, misma que causa la inflamación.
Este padecimiento siempre se debe de tratar de forma conservadora (medicamento, fisioterapia e infiltraciones), en caso de que no funcione ninguno de los tratamientos conservadores o que se convierta en un problema estético, el procedimiento consiste en quitar la bolsa y así eliminar el problema.
Es importante conocer bien la anatomía para no causar un daño a los tendones o articulaciones alrededor de la bursa.
Diagnóstico de la bursitis
La primera consulta de valoración con tu ortopedista de confianza es el inicio.
Es posible que durante la consulta se hagan una serie de preguntas para poder orientarte de mejor forma.
Además, en caso de sospecha de infección es muy probable que sean necesarias pruebas y análisis de sangre para ofrecer un diagnóstico de bursitis mucho más certero.
A continuación, algunos ejemplos de lo que puede ser necesario:
Análisis de sangre
El análisis de sangre servirá para encontrar signos de infección.
Funcionará también para identificar cualquier enfermedad que le esté causando la bursitis.
Radiografía
Estas imágenes muestran problemas con la posición de los huesos, artritis o fracturas.
Imágenes por resonancia magnética (IRM)
La resonancia magnética podría mostrar daño en el tejido o artritis.
Prueba de líquidos
Se podrá extraer líquido de su bursa.
El líquido luego se envía a un laboratorio donde le realizan pruebas para ver si hay infección.
La extracción del líquido de la bursa también podría ayudar a aliviar sus síntomas.
Medidas de prevención para la bursitis
No siempre se puede prevenir la bursitis, pero sí se puede minimizar el riesgo siguiendo algunas recomendaciones:
Si eres deportista, es importante variar tus entrenamientos para no hacer los mismos movimientos todo el tiempo. Procura calentar y estirar antes de jugar, y siempre hazlo de la forma más adecuada.
Incluye descansos intermitentes cuando lleves a cabo movimientos repetitivos.
Usa cojines o almohadillas cuando estés arrodillado o sentado sobre una superficie dura.
Toma el hábito de tener una buena postura todo el día.
Cuando empieces a hacer ejercicio, comienza de forma progresiva. A medida que desarrollas fuerza, puedes usar más fuerza y, por ende, hacer el movimiento con más frecuencia.
Mantente activo; no te quedes quieto por mucho tiempo.
Mantén un peso corporal saludable.
Si algo duele, deja de hacerlo y consulta con tu médico.
Síntomas de la bursitis: cuándo comunicarme con mi ortopedista
Existen focos rojos para saber si es necesario visitar a tu ortopedista de confianza.
Los siguientes síntomas son muy comunes entre mis pacientes, y te permitirán saber en qué momento es clave visitar el consultorio:
Cuando el dolor e inflamación aumentan.
Si los síntomas de la bursitis no mejoran a pesar de estar siguiendo un tratamiento para la bursitis.
Dolor cuando intentas llevar a cabo tus actividades cotidinanas.
Se desarrolla un bulto o bultos en la articulación afectada
Enrojecimiento o hinchazón en la articulación afectada.
Fiebre, escalofríos o sudores nocturnos.
Toma la mejor decisión para tu salud
Espero que esta publicación haya resuelto todas las dudas acerca de la bursitis.
Si desafortunadamente padeces esta enfermedad, te recomiendo visitar a tu ortopedista de confianza para que puedas encontrar el mejor tratamiento para ti.
En caso de que necesites mi orientación, puedes visitar mi calendario en línea y agendar una cita presencial u online.