¿Es necesaria la cirugía para el tratamiento de una fractura?

No todas las fracturas se tienen que operar. De hecho, muchas de ellas pueden tratarse de manera conservadora mediante la inmovilización del hueso con una férula o un aparato circular de yeso o fibra de vidrio.

¿Qué son las fracturas?

Una fractura, también se conoce como hueso roto, es decir, una condición que altera el contorno del hueso. 

¿Quién las padece y cuáles son las más frecuentes?

 

El padecimiento de las Fracturas depende mucho de la edad del paciente, las más frecuentes son:

  • En los niños: codo
  • En los adultos: tobillo
  • Adultos mayores:  muñeca, radio, hombro, cadera y columna vertebral

 

¿Qué factores propician una Fractura? 

 

Las fracturas a menudo ocurren cuando hay una gran fuerza o impacto en el hueso y son muy comunes (más de 1 millón de personas las padece cada año en Estados Unidos), las cuales, pueden producirse por:

 

  • Lesiones deportivas
  • Accidentes de coche
  • Caídas
  • Osteoporosis (debilidad de los huesos debido a la edad). 

 

Cabe señalar que, aunque la mayoría de las Fracturas son causadas por un trauma, también pueden ser patológicas, esto es, por una enfermedad subyacente como el Cáncer o una Osteoporosis severa. 

 

¿Cómo reconocer una Fractura?

 

Cuando ocurre una Fractura aparecen cuatro signos:

 

  • Rubor (cambio de coloración en la piel o los tejidos que se encuentran alrededor de la fractura)
  • Calor (aumento local de la temperatura)
  • Dolor (cada paciente lo experimenta de manera particular)

 

 ¿Cuándo es necesaria una cirugía?

 

No todas las fracturas se tienen que operar. De hecho, muchas de ellas pueden tratarse de manera conservadora mediante la inmovilización del hueso con una férula o un aparato circular de yeso o fibra de vidrio.

 

En la cirugía de las fracturas (en su mayoría) se realiza una reducción abierta y fijación interna donde se utilizan varillas de metal, tornillos o placas para reparar el hueso, los cuales se mantienen fijos debajo de la piel después de la cirugía. Este procedimiento se recomienda en los casos de fracturas complicadas que no se pueden realinear (reducir) con una férula, o cuando el uso prolongado de estas no es recomendable.

¿Qué patologías trata la Artroscopía de Rodilla?

Se utiliza para detectar y tratar un menisco roto, reparación de defectos en el cartílago y lesiones de ligamento cruzado anterior o ligamento cruzado posterior, así como algunas fracturas de huesos de la rodilla. 

Generalidades de la Artroscopía de Rodilla

 

Es un procedimiento quirúrgico común en el cual una articulación (artro-) se visualiza (-scopia) usando una cámara pequeña, en otras palabras, la Artroscopía brinda una visión clara del interior de la rodilla ayudando a diagnosticar y tratar los problemas de rodilla.

 

¿En qué consiste?

 

La Artroscopía se realiza a través de pequeñas incisiones (1 cm aproximadamente). Durante el procedimiento, se inserta el artroscopio (instrumental con una cámara pequeña del tamaño de un lápiz) en la articulación.

 

De esta manera se detectan y tratan lesiones de los meniscos, el cartílago, los ligamentos cruzados anterior y posterior, cuerpos libres articulares, lesiones del tejido circundante (sinovial fundamentalmente) o lesiones de rótula y sus elementos estabilizadores.

 

¿Qué patologías trata la Artroscopía de Rodilla?

 

La Artroscopia de Rodilla se utiliza para localizar los siguientes problemas:

  • Menisco roto
  • Lesiones de ligamento cruzado anterior o ligamento cruzado posterior
  • Lesión de ligamento colateral
  • Inflamación de la membrana sinovial (revestimiento de la articulación)
  • Rótula fuera de su posición
  • Pedazos pequeños de cartílago roto en la articulación
  • Reparación de defectos en el cartílago
  • Algunas fracturas de huesos de la rodilla

 

 ¿Cómo debe preparase el paciente?

 

La Artroscopia de Rodilla puede realizarse de forma ambulatoria, es decir, se lleva a cabo por la mañana y por la tarde el paciente puede irse a su casa. Regularmente se recomienda ingresarlo durante 24 horas (mínimo) para observar su evolución inicial. Asimismo, otra consideración importante es que debe permanecer en ayuno entre 8 y 12 horas previas a la Artroscopia. 

 

Posteriormente, deben enviarse los resultados de los laboratorios solicitados por el cirujano 48 hrs antes de la cirugía, la cual tiene una duración variable según la técnica quirúrgica que vaya a realizarse. En general durará de una a dos horas si no hay ninguna complicación y el tratamiento es sencillo.

 

 ¿Existen riesgos durante la cirugía?

 

La Artroscopia de Rodilla, como cualquier intervención quirúrgica, tiene algunos riesgos con un porcentaje muy pequeño de pacientes que sufren complicaciones, estas pueden ser: 

 

  • Infección de los portales
  • Trombosis venosa
  • Lesión neurovascular
  • Complicaciones propias de la anestesia

 

Cuidados posteriores a la Artroscopía de Rodilla

 

Dependiendo del problema a tratar y la cirugía realizada, se le darán indicaciones especificas al paciente, estas pueden ser: caminar (cuando hacerlo), uso de férulas, inicio de fisioterapia y medicamentos para el dolor.